3 versículos sobre la misericordia de Dios

amor y misericordia

3 versículos sobre la misericordia de Dios:

Isaías 55:3  Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

Isaías 55:7  Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Lamentaciones 3:22-26 Es por la misericordia de Jehová que no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.  Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto en Él esperaré. Bueno es Jehová a los que en Él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.

Su amor y misericordia fluyen continuamente

El Dios infinito, dijo Jesús, nos da el privilegio de acercaros a Él y llamarlo Padre. Comprendamos todo lo que implica esto. Ningún padre de este mundo ha llamado jamás a un hijo errante con el fervor con el cual nuestro Creador suplica al transgresor. Ningún amante interés humano siguió al impenitente con tantas tiernas invitaciones. Mora Dios en cada hogar; oye cada palabra que se pronuncia, escucha toda oración que se eleva, siente los pesares y los desengaños de cada alma, ve el trato que recibe cada padre, madre, hermana, amigo y vecino. Cuida de nuestras necesidades, y para satisfacerlas, su amor y misericordia fluyen continuamente.

La Biblia nos muestra a Dios en un lugar alto y santo, no en un estado de inactividad, ni en silencio y soledad, sino rodeado por diez mil veces diez millares y millares de millares de seres santos, todos dispuestos a hacer su voluntad. Por conductos que no podemos discernir está en activa comunicación con cada parte de su dominio. Pero es en el grano de arena de este mundo, en las almas por cuya salvación dio a su Hijo unigénito, donde su interés y el interés de todo el cielo se concentran. Dios se inclina desde su trono para oír el clamor de los oprimidos. A toda oración sincera, él contesta: “Aquí estoy”. Levanta al angustiado y pisoteado. En todas nuestras aflicciones, Él es afligido. En cada tentación y prueba, el ángel de su presencia está cerca de nosotros para librarnos.

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