En los libros del cielo—el libro de la vida, el libro de memoria y el libro de los pecados— frente a cada nombre de todo ser humano, está anotada con exactitud toda buena o mala palabra pronunciada, todo acto egoísta y también el hecho con amor, todo deber realizado y el incumplido, y todo pecado secreto junto con todo disimulo astuto. También las reconvenciones divinas escuchadas y las despreciadas, los momentos malgastados, las oportunidades aprovechadas, la influencia ejercida para bien o para mal… ¡todo es anotado!
La reunión de estos elementos determinará si podremos obtener la recompensa que se dará al vencedor del conflicto en el que estamos sumergidos. Hay un cielo que está delante de nosotros, una corona de vida que ganar, pero el que lo gane debe entrar revestido del manto de justicia de Cristo. Revisemos así lo que tiene que decirnos la Biblia respecto a los libros de la vida, el de memoria y el de pecado. Sigue leyendo