En ocasiones las dificultades son parte del camino que debemos recorrer con algún fin, son pruebas que Dios permite que lleguen a nuestras vidas para nuestro bien. Pedro en su primera carta escribió “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese” (1 Pedro 4:12).
Por eso no es de extrañar que Jesús dejara en claro la afirmación: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” Juan 16:33. Sigue leyendo