Cuando hablamos de la iglesia militante y la iglesia triunfante, hablamos de la iglesia de Cristo. Esta puede compararse con un ejército ya que la vida de cada soldado es de esfuerzos, penalidades y peligros. Por todo lado hay enemigos vigilantes, dirigidos por los poderes de las tinieblas que nunca duermen y nunca abandona su puesto.
Siempre que un cristiano se descuida, este poderoso adversario ejecuta un súbito y violento ataque. A menos que los miembros de la iglesia sean activos y vigilantes, serán vencidos por las tácticas del enemigo. Qué podría ser más terrible que un ejército de soldados cristianos somnolientos. ¿Qué avance podrían hacer contra el mundo? Sigue leyendo